¿Alguna vez ha pensado si sus servicios han evolucionado adaptándose a los constantes cambios de los usuarios? O ¿cómo es posible adaptarse a dichos cambios sin dejar de lado los aspectos clave de su negocio? Aquí le contaremos qué debe tener en cuenta para implementar la Experiencia de Usuario en sus productos o servicios y convertir esta metodología en una vía para alcanzar la Transformación Digital.
¿Por dónde empezar?
El primer paso que hay que dar es preparase para el cambio, es importante identificar los principales puntos de dolor que tienen los clientes o usuarios al interactuar con los servicios que la compañía ofrece y tener en cuenta los momentos de los procesos en los que es necesario enfocarse. Después de eso, es imperativo buscar un aliado experto en tecnología que desarrolle soluciones disruptivas, alineadas a los cambios del entorno y a la visión del negocio para así generar valor.
¿Qué se debe tener presente?
Para el éxito del desarrollo del UX se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
- El aliado experto se debe comprender a profundidad los deseos, las expectativas y las necesidades, tanto del cliente como de los usuarios finales, con el fin de crear junto a ellos soluciones tecnológicas innovadoras.
- El apoyo de equipos multidisciplinarios es necesario para proponer soluciones que permitan crear vínculos sólidos con los clientes, que mitiguen riesgos, optimicen procesos y fortalezcan dinámicas, entre actores clave, con el objetivo de ser relevantes a nivel organizacional y en el mercado.
¿Cómo lograrlo?
Hay múltiples formas para lograr desarrollar una buena Experiencia de Usuario. Sin embargo, una de las metodologías más precisas que permite que los equipos de diseño, ingeniería y tecnología se integren al momento de crear una solución es el Design Thinking.
Esta metodología la implementamos en cuatro etapas de proceso: descubrir, interpretar, delimitar y proponer.
Descubrir: esta fase tiene como objetivo entender el propósito del cliente al implementar o transformar una solución de TI y recopilar información directa de los usuarios a través de entrevistas y observaciones. Además se identifican las características del entorno y las interacciones que existen entre los actores clave.
Interpretar: en esta etapa se organiza y analiza la información obtenida para identificar patrones, puntos críticos en la experiencia y llegar a definir oportunidades de intervención. Para realizar esto se aplican diferentes herramientas que permiten visualizar de forma sistemática los procesos que lleva a cabo el usuario y sus patrones de comportamiento que este muestra al interactuar con el producto o servicio determinado.
Delimitar: en esta fase se toman como punto de partida los hallazgos identificados producto del análisis de la etapa anterior. Teniendo esto claro, se plantean las oportunidades para intervenir la experiencia de los usuarios teniendo en cuenta las necesidades de los mismos y los beneficios que se quieren ofrecer.
Proponer: esta es la fase final de la metodología en la que, implementando herramientas de ideación y creando prototipos que son testeados con usuarios, se llega a una propuesta específica que tiene como centro brindar valor y una experiencia satisfactoria.
Al tener una propuesta validada por los usuarios que además está alineada a los objetivos del negocio es posible crear una solución digital relevante, que perdura y se adapta en el tiempo.
En Asesoftware podemos encargarnos de sus requerimientos para transformar las experiencias ofreciendo soluciones tecnológicas e involucrándolo en todo el proceso. Conozca más de nuestro servicio de Holistic Design Lab.