El gran mito

Para empezar, la gran pregunta es ¿cómo el desarrollo de software ha contribuido o puede contribuir con la protección del medio ambiente? Cuando pensamos en el papel de las tecnologías y el desarrollo de software en la protección ambiental, tendemos a creer que el almacenamiento de información en archivos digitales tiene menos impacto que la impresión de documentos y su almacenamiento físico. Esto, no obstante, presenta algunas contradicciones, ya que, en el mundo actual, el consumo de energía y la huella de carbono asociada al uso del internet está estimada con un valor de alrededor 800 millones de toneladas de gases efecto invernadero, la misma cantidad que se genera en 57 millones de vuelos ida y vuelta de Bogotá a Hong Kong. Lo anterior, sin perder de vista que más de 4.1 mil millones de personas tienen acceso a internet a nivel global.

Menos, es más

Pero entonces ¿el desarrollo de software es una mala idea para la protección medioambiental? La respuesta está condicionada a una serie de factores relevantes. La cantidad de energía que se gasta en el sostenimiento de una aplicación o una página web depende de diferentes factores. Para iniciar, existen servidores ecológicos, que se abastecen solamente de energía alternativa. Por otra parte, la calidad del contenido multimedia que se encuentre alojado en una plataforma digital, también tiene una relación directa con la cantidad de energía demandada.

Desde la perspectiva de experiencia digital, los diseñadores tienen un gran papel en la creación de soluciones con menor impacto ambiental. Para iniciar, hacer la experiencia más sencilla para el usuario, requiere del diseño de páginas que cuenten con lo fundamental, sin recargarlas de contenido innecesario. Vale la pena traer a colación que hacer la experiencia más grata para el usuario, parece tener un efecto revelador en la rapidez de carga de las plataformas, y así mismo, en la cantidad de energía que se consume desde un dispositivo al acceder al contenido alojado en esta.

Plataformas digitales que promueven iniciativas tecnológicas

Diversas iniciativas se han generado para medir la huella de carbono de las páginas web. Una de las más reconocidas es www.websitecarbon.com, que a través de datos como la intensidad de energía utilizada en el almacenamiento de datos, la energía consumida en los data center y el número de visitas de cada página, puede dar una aproximación certera sobre la huella de carbono. Páginas como la de nuestra compañía producen 110 kg de CO₂ cada año en promedio. Su huella es pequeña en comparación con otras compañías de tecnología como IBM, cuya página tiene una huella de carbono de unos 263 kg anuales. Esto nuevamente, se explica por la gran cantidad de contenido multimedia y complementos que aloja la página web de esta compañía. Así que, como siempre se ha pensado, menos, es más.

La tecnología como impulsora de consumidores más conscientes

Cabe resaltar, que el papel de la tecnología y la experiencia de usuario en la disminución del impacto ambiental no termina en el diseño de plataformas más limpias. De hecho, distintas iniciativas promueven la implementación de hábitos más verdes en nuestras vidas. Algunas aplicaciones, por ejemplo, incentivan a los usuarios a llevar un estilo de vida sostenible, a través de un sistema de puntos con el cual se premia a cada usuario una vez registran hábitos más verdes, como utilizar la bicicleta o cargar una botella de agua reutilizable. Una de las más conocidas es JouleBug, una aplicación gratuita que permite medir nuestra huella de carbono y compartir retos verdes con nuestro círculo social.

Motores de transformación ambiental

Por otro lado, existen también aplicaciones o páginas web que incentivan la conservación, haciendo uso de la tecnología. En primer lugar, existen plataforma que utilizan las búsquedas como motores para transformar el medio ambiente. Un ejemplo de ello es ECOSIA, un motor de búsqueda que utiliza sus ganancias para plantar árboles alrededor del planeta.

Adicionalmente, también se ha utilizado la tecnología para crear redes donde el conocimiento y los intereses se conectan y promueven la conservación biológica del planeta. Tal es el caso de WILDLABS, una iniciativa tecnológica que busca que comunidades, científicos, ecologistas, y biólogos compartan información acerca de conservación. En esta plataforma colaborativa se pueden cargar datos sobre distintas especies, así como compartir e idear soluciones en pro de la conservación.

De esta forma, es claro entender que el papel de las tecnologías de la comunicación permite un diálogo e intercambio de saberes de científicos de todo el mundo, permitiendo así descubrir mejores soluciones en menor tiempo. En resumen, es importante resaltar que la conservación del medio ambiente es un asunto de todos y, que cada uno de los internautas podemos y debemos contribuir a la construcción de un planeta más verde.

Los tres principios tecnológicos para la conservación del planeta

Para finalizar, como diseñadores digitales y profesionales del sector de la tecnología, contribuir a frenar el cambio climático y promover la conservación es también una responsabilidad que debemos apropiar desde nuestra labor diaria a partir de tres sugerencias esenciales: